Nos encontramos en noviembre de 1940, en medio de la segunda guerra mundial, con la URRS predominante en la fría Rusia. El primogénito de la familia Dostoyevski ya llevaba dos años que residía en la soledad de la gran mansión recientemente heredada que se encontraba en el corazón de San Petersburgo, solo él y sus empleados. O al menos sin que estuviera el nuevo empleado.