Una sombra en la oscuridad de la noche se desliza por los tejados, un ladrón que se introduce en las casas de la gente, robando lo que le interesa y yéndose sin dejar rastro. Hasta esa noche estival de brisa cargada de aromas, en que se encuentra con un tesoro; el que más desea y no se atreve a tocar, que jamás podrá tener. La musa de sus noches, que observa, que adora platónicamente. Las preguntas, el juego y los enigmas se crean entre uno y otro... One-shot corto, soft y ligero. Para noches de brisa veraniega y jazz lejano. Completo.