Era fácil al principio, solo tenía que evitar el camino del personaje que tomé en esta historia y evitar enamorarme del protagonista, así que decidí que no sería la villana. En la historia el protagonista masculino principal era un hombre que tenía más de 300 años que se mantenía joven y era acosado por una niña animal de la familia gato, de alguna forma ella lo quería y amaba en silencio así que siempre estaba rondándolo. Su amor se convierte en celos y envidia cuando aparece la protagonista, una mujer fuerte con la capacidad de curar a las personas por sus habilidades mágicas y es presentada como la prometida que el reý eligió para el protagonista masculino. Fuí ingenua al enamorarme y al pensar que quizás si era sincera con mis sentimientos a diferencia de la verdadera Ailín en la historia las cosas cambiarían. A sus ojos nunca deje de ser solo una niña y a pesar de todo, mi personalidad era la de la villana. No me disgustaba el personaje ya que con los años lo disfruté, disfruté ser esa persona, disfruté de su amor y su esfuerzo por el hombre que amaba... que yo amaba, hasta que llegó la protagonista y lo único que aprendí es que al final la historia seguía siendo la misma y que nada cambiaría. Al principio pensé que si no quería, no tenía que aceptar la historia, con irme sería suficiente, pero al ser arrastrada por el rey de regreso a este mundo de bestias como humana estoy pensando que la mejor opción es ser una villana.