Después de separarse de su pareja de toda la adolescencia Clara decide irse a vivir sola, pero su personalidad divertida y exploradora termina escondida detrás de la estructura de hierro que le armó a su corazón para que no vuelva a romperse. Hoy su vida es mucho más estructurada y piensa todo dos veces antes de hacerlo. Luke, su vecino de al lado, es todo lo contrario a ella. Lleva una vida de fiesta rodeado de chicas, evitando el amor desde hace años. Ambos chocan con sus pensamientos y rompen de a poco esos muros que ellos mismos se crearon. Tal vez Clara entienda que las reglas están hechas para romperse, y tal vez, Luke entienda que por algo existen las mismas.