- En este momento no me interesas para nada, sería mejor si nunca hubieras vuelto de la guerra. - ¿Es asi...? - Solo quiero que la respetes, ella sera tu futura emperatriz. - Esa esclava no tocara el trono porque yo tomaré mi puesto como emperatriz. - ¡No puedes hacer eso! ¡Yo soy el emperador! - Y yo soy la legítima heredera de este imperio.