Todos somos peones de un juego, no controlamos nuestras vidas y eso nos jode. Los pensamientos, un mundo aparte, y escribirlos es la única manera de que no me vuelvan loca.
Todos somos peones de un juego, no controlamos nuestras vidas y eso nos jode. Los pensamientos, un mundo aparte, y escribirlos es la única manera de que no me vuelvan loca.