¿Te imaginas en un mundo donde no puedas ver tu rostro?, sabes todo de ti, sabes quién has sido y que haz echo, pero no puedes ver tu reflejo, aunque intentes una y otra, es como si ese espejo estuviera lleno de vapor, un vapor infinito que no puede ser quitado. Así se siente ella, siempre ha sido su vida así, ya se ha acostumbrado. Piensa que su maldición durara para siempre, por lo cual se ha resignado. Tal vez sea cierto su pensamiento...