¿Cuántas personas tienen que irse para aprender a decir adiós? ¿Cuántos tienen que apuñalarte para sentir dolor? Tener el corazón herido es como tener una costilla rota. Nadie lo ve pero duele cada vez que respiras. Y eso era lo que aquella señorita de ojos cafés y cabello negro padecía como una enfermedad en plena madrugada, en donde el insomnio se apoderaba de su locura y la llevaba a un estado de inconsciencia y vulnerabilidad que odiaba por el simple hecho de que lloraba por causas que solo tu le provocabas. Ella te odiaba, odiaba el hecho de que existieras y no estuvieras para ella. ¿A caso sabes cómo se siente un corazón roto? ... Prohibida su copia ⚠️