Después de una ruptura amorosa un amigo me invitó hacer avistamiento de aves, decidí viajar, me fui a Planadas - Tolima y sus grandes picos me reconfortaron, me dieron la paz y tranquilidad que creí me había sido arrebatada, pero luego descubrí estaban en mí y solo necesitaba del verde el campo para sanar. Una vez culminado dicho proceso solo me quedaba agradecer a Planadas y su gente por todo lo vivido, este poema en prosa o tal vez solo un producto de mi introspección es un homenaje a ellos. Gracias Mario Rojas, gracias Planadas, esto es por y para ustedes.
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