Quizá estás cartas no las entregué, pues no tiene un destinatario o un nombre exacto para quien van escritas. Quizás sea por que no existe la persona a la que escribo, pues sólo se quedó cómo un pensamiento perdido, deivagado entre las noches en las que no logré dormir. [No lo sé, la noche es oscura. Me da miedo y paz a la vez] No me lastimes. No cortes mis cabellos. No rompas mi corazón en mil pedazos. Pega mis piezas, y... Por favor no me trates cómo un plato roto. -De mí, para mí