Alex es un joven de 17 años común y corriente que anda buscando la felicidad o al menos no autodestruirse en el proceso. Aunque por su apariencia se vea como un delincuente que puede navajearte con facilidad, en realidad solo es un chico algo tonto y despreocupado de la vida. Sus días de monotonía donde iba a la escuela, a su trabajo de medio tiempo, a salir con su mejor amigo o tan solo perder el día jugando videojuegos en su habitación cambiaron cuando un día el chico que se sienta junto a él en clases le ofrece una galleta simple y sin sabor. Desde ese momento Alex comenzó a experimentar diferentes sentimientos hacia aquel chico llamado Luis, aunque le echa la culpa a las hormonas y a su nula experiencia amorosa y sexual puede que lo lleve por el camino del cliché de cualquier historia de romance pero es un camino que Alex tomará aunque eso signifique perder la dignidad.