Blue yacía muerto el 15 de septiembre en su propia casa, en circunstancias aún por esclarecer. ¿A quién, siquiera, le importaría? La escena se desenvolvía en un pueblo apartado de la ciudad, y sin darle importancia, el caso fue asignado a un joven inexperto. No había nada que temer, era simplemente un caso de asesinato más a documentar y resolver. ¿O no? Sin embargo, en medio de ese caos aparentemente trivial, existía una verdad oculta que podía cambiarlo todo.