Xica fue elegido a sus 3 años como el futuro de su pueblo, entrenó desde su nacimiento para cumplir con sus deberes. Se suponía que a sus 18 años debía ofrecer un ritual para que algún Dios viniera a reclamarlo como su esposo, así el Dios bendeciría a su pueblo y su sacrificio beneficiaría a las próximas generaciones. ¡PERO, UPS! Ningún Dios se presentó a su ritual, ni a sus 18, ni a sus 19, ni a sus 20 o a sus 21, en poco meses cumplirá 22 años y el pueblo que ha pasado hambre comienza a mirar con recelo a su elegido.