La vida de Renzo es muy rutinaria y sin sabor. Todos los días se hace lo mismo, nunca hay nada especial. O era así hasta que Rin llegó a darle color a sus días monótonos.
La vida de Renzo es muy rutinaria y sin sabor. Todos los días se hace lo mismo, nunca hay nada especial. O era así hasta que Rin llegó a darle color a sus días monótonos.