Yo sabía que Ezra no era bueno, sin embargo, varios acontecimientos me llevaron a hablar con él y entendí, que tampoco era tan malo. La cosa es qué, en un pestañeo lo odiaba y al otro me había enamorado de ese humanito de el montón, sólo sabía lo básico de él. Él desconfiaba de todos mientras que yo confiaba en las hormigas. A mí me encantaba las flores, A él, no le gustaba regalarlas. Él le disgustan las canciones románticas, y yo, las amaba. Yo era un fantasma excluido, en cambio, el brillaba como el Sol. Él era un Gato Negro y yo, un Golden Retriever. Se decía que era mujeriego y yo, una niña malcriada. Él ama las motos y yo lo amo a Él. Apesar de todo, ambos nos topamos siendo distintos, diferentes al otro, dos mundos opuestos que buscaban una escapatoria. Bienvenidos, esta es nuestra historia.