Para ti, chico que conocí en la playa, tan lindo y de hermosos ojos, ojos que aún no logran salir de mi mente. Ese niño que se esfumó de mi vida como aquella caracola que logró escabubullirse entre las olas. Para ti, que solo llegaste como una estrella fugaz a mi vida, para iluminar un pequeño momento y después apagar todas las luces de mi alrededor. Para ti que sin pensarlo, solo pensaste un poco más en ti. Para ti, mi querido Daniel, no olvides que te quise, y que siempre te esperaré.