Todo era confuso, terminaba de despertar en una celda, el olor a sangre y putrefacción inundaba mis fosas nasales. Rápidamente, pude divisar a Baraka intentando forzar esas barras que nos separaban de nuestra libertad. "¡Kenshi!", grite y me dirigí hacía, mi cabeza dolía, mi máscara la cual cubría, mi rostro me sofocaba, no había notado que Johnny le estaba poniendo un ungüento a Kenshi en los ojos mediante una venda, solo note su suspiro de alivio.
"Detrás de mi princesa" dijo Baraka, ¿princesa? ¿Qué rayos pasaba aquí?
Kung Lao, mi mejor amigo durante los últimos 10 años, me miraba incrédulo a medida que mataba esos engendros, tarkatanos modificados y torturados en cuerpo y alma por ese brujo. "Me debes una explicación, 'princesa', y espero no me mientas esta vez"
¿Qué? ¿de qué hablaba?, yo...
No importaba, seguí peleando, aunque la gran victoria se la llevo Baraka, incluso contra el zaterrano, era admirable pese a su enfermedad, admito que al ver a ese hombre suplicando su muerte para liberar a su familia del sufrimiento, yo no lo hubiese dudado, lo mataría de un solo golpe, pero ese ex comerciante me enseño una lección.
No paso ni diez segundos en que el brujo volvió, no solo insultando a ese hombre, quien, a pesar de todo, su propósito era noble, sino que también revelando que hacía varias lunas su familia había perecido en sus manos. Un segundo, ahora lo recuerdo, esa frase, hace diez años...
"Oh princesa, hace muchas lunas que tu muerte estaba escrita, descuida, te unirás a tu padre", luego de eso todo se borró de mi mente, ¿quién mierda era yo?, no, ahora recuerdo.
"¡Maldito, infeliz, te recuerdo! ¡Pagarás!"
"Oh, así que al fin me recuerdas, princesa, es una lástima, los esfuerzos Chameleon fueron en vano, ya que morirás", acoto el brujo antes de desaparecer en esa nube tóxica...
Una lágrima se escapó de mis ojos al escuchar aquel nombre, fue hace diez años.All Rights Reserved