Alice era una joven de 20 años de Nueva Orleans en los años 50 que, tras la trágica pérdida de su madre y con su padre gravemente enfermo, luchaba por cubrir los gastos médicos como mesera en una cafetería. Cuando la desesperación la consumía, Alastor, un demonio de oscuras intenciones puso su mano frente a ella y le ofreció un trato: curaría a su padre a cambio de su alma. Alice aceptó en un acto de torpeza y arrogancia, creyendo que iria al cielo por sus buenas intenciones, pero al morir décadas después, se encontró en el Infierno, donde Alastor la buscaria incansablemente para hacer cumplir su acuerdo.