Aun que no fue mi primera atracción romántica ni mi primer beso, él se convierte en mi "primera vez" en muchas cosas significativas. Aunque para algunos pueda parecer superficial, para nosotros no lo es. Juntos exploramos emociones y experiencias que nunca había sentido antes. Aunque el miedo de entregarme por completo estuvo presente, aprendí que superarlo junto a él valía la pena. Salir de mi zona de confort y arriesgarme con él resultó en decisiones que amo profundamente. A veces, lo desconocido trae las mejores sorpresas y lecciones.