Naruto se sentía frustrado y abandonado por su nuevo maestro, Jiraiya, el legendario Sannin que se suponía que lo iba a entrenar para ser un gran ninja. En vez de eso, el viejo pervertido solo le enseñaba algunas técnicas básicas y luego se iba a espiar a las mujeres en los baños termales o a gastar dinero en los prostíbulos, también era tacaño debido que no gastaba su dinero propio, gastaba el dinero de Naruto.