Desde que tengo uso de razón, siempre he llevado conmigo la mala fama de ser el presagio de la desgracia. Mi mera existencia, según las palabras de nuestro padre, era un error, una infamia. Desde entonces condené a la familia o eso es lo que los pueblerinos le advirtieron a nuestro padre ante la desgarradora noticia de mi nacimiento. *** "Lo que no tiene nombre" es un viaje sin sentido, incoherente e inconexo. Es una historia burda, que raya en lo risible y lo vulgar. Es algo que quizá no debería existir, pero que pese a su incapacidad de dotarse a sí misma de trama y esencia, está aquí, ocupando un espacio que no se merece.