—Deja de mirarle así —murmuró Jackson—, se nota mucho. —¿El qué? —fruncí el ceño. Él sonrió con socarronería y dirigió su mirada a Mark. Carcajeé al darme cuenta de lo que insinuaba. —Nunca —rodé los ojos—. Me gusta Brandon —no me lo creí ni yo—, y hablando de él, es el momento de atacar —sonreí fijando mi mirada en Brandon, el que parecía muy interesado en mi conversación con Jackson. —¿Qué vas a hacer? —preguntó con una sonrisa ladeada y las cejas alzadas. —Matar dos pájaros de un tiro —exclamé acercándome hacia Mark, viendo como Jackson negaba con la cabeza mientras reía.