Ella se sentaba en el lugar donde las ideas nunca llegaban, y la luz nunca alumbraba. Él solo la miraba, como si de ello dependiera su vida. Ella siempre pasaba por su salón para escuchar el acento que emanaba su voz. Él se sonrojaba por verla vagar como si no tuviera un camino que seguir. Ella era Amanda Él era Levi Ella era él Él era ella