Todavía no estaban a salvo, aunque el mal estuviera debilitándose. Ni siquiera era seguro que acabaran con él, quizás sólo quedaría dormido, esperando el momento de volver a aparecer y acabar con lo que había empezado. Acabar con lo que podría destruirlo. Estaban vivos, pero no a salvo. No eran lo suficientemente fuertes para combatirlo. No ahora. No todavía. Sólo quedaba una última alternativa. - Sabes qué tienes que hacer.- Vio sus ojos, y asintió sin cuestionar. Agarró las piedras, una para cada uno. La casa se sumió en la oscuridad. Y ellos también. ------------------------------------- Todos los derechos reservados. Está prohibida su reproducción parcial o total, o cualquier tipo de adaptación. Gracias ^^.