Ser reconocido a nivel mundial como un excelente shinobi requiere de muchos sacrificios de por medio. En un mundo impregnado de odio, el dolor es sinónimo de libertad. Dolor físico, dolor emocional... Dolor a final de cuentas, en todas sus formas y manifestaciones. Los ninjas nacen, crecen y viven por sus naciones, pero también mueren. Y aunque los sacrificios continúen, la paz nunca llega. Sin embargo, ¿cuál es la paz más importante? ¿La del mundo o la individual? Los mares de sangre que rodean cada rincón del mundo hacen que Shisui se pregunte cómo se puede conseguir la paz. Y sin pensarlo mucho, reflexiona: La paz vendrá cuando alguien se sacrifique para obtenerla. Cuando un héroe nos libere.