El, era tan agrio como el café. Pero ella. . . Era como saborear sus dulces, su té con miel, una y otra vez.
¿Podría hacerle cambiar? O simplemente su destino se volvería en contra de ella.
El, era tan agrio como el café. Pero ella. . . Era como saborear sus dulces, su té con miel, una y otra vez.
¿Podría hacerle cambiar? O simplemente su destino se volvería en contra de ella.