-No finjas quererme eso es cruel - le grito ella. Soltó una carcajada y me dijo - cree me, fingir sería difícil. - Entiende no soy la cenicienta, no me convertiré en una princesa seré cenicienta siempre ¡entiende lo! - dije entre sollozos Y entonces respondió él - y yo no soy el príncipe convertido en sapo, yo no soy el bueno de la historia, yo soy el lobo que come a caperucita, yo soy cruel con todos menos contigo, ¿no entiendes?