Perdóname padre mío porque soy un pecador yo que fui cuidado entre vuestras alas y de su calidez se alejó, discúlpame padre porque sé que jamás obtendré la salvación. He caído ante el pecado, ese sé que será mi perdición, pero no me arrepiento padre, no me arrepiento de mi amor. Padre sé que alguien como yo, que no se arrepiente de su pecado no merece la exoneración, pero por favor te pido, te suplico y te imploro sálvalo a él, él quien es más importante que mi vida, que mis alas, que prefiero arrancarme las alas antes que verlo sufrir, que prefiero que me las corten antes que verlo morir. No te pido por mi padre, un ángel que pecador, te pido por uno de vuestros hijos humanos que cautivo mi corazón, por favor, por favor, protégelo a él.