Un espacio dedicados a cualquier rockero de los 60's, 70's, 80's y 90's
Si amas a estos hombre igual que yo, este es tu lugar.
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Si quieres que algún rockstar apareciera aquí, tus pedidos o sugerencias son bienvenidas, envíame un DM.
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Tan pronto me encontré fuera del foco de los asistentes, por fin podía tener el momento de paz que ya anhelaba desde esta mañana. Tener a los hambrientos peces gordos ha sido lo peor de la velada, a nadie le gustaban esas sonrisas falsas pintadas en sus rostros y sus malas intenciones, ya saben... Lo malo de tener posesión de una compañía por tu cuenta siendo una mujer.
- Señorita Hughes, ¿Todo bien? – Mi asistente me sacó de la nube mental. - Perfectamente. Necesito otra bebida para seguir afrontando la noche si no te molesta –le extendí mi copa vacía. - Sería mejor si se mantiene sobria por esta única noche, después de todo, apenas comienza su larga velada. - Ugh, está bien, solo... Déjame a solas por ahora antes de verme asfixiada de nuevo por toda esta gente – La chica asintió antes de retirarse.
No me malinterpreten, amaba mi trabajo y especialmente la posición en la que me encontraba, si te impiden dedicarte trabajar en tu pasión siempre habrá la manera de encontrar una alternativa, y así lo hice, no pude ser la cantante que siempre anhelé por esa razón creé mi propia disquera para así mantener contenta a toda mi familia.
- Dame algo con vodka, no me importa lo que sea – Mi mirada se desvió un momento a un grupo de chicos escandalosos, reían a carcajadas con las botellas de cerveza en manos, probablemente ya estaban algo pasado o probablemente drogados.
Uno de ellos, el que más destacaba por su alta estatura y melena rubia teñida. ¿Cómo no podía fijarme en él? Su traje negro le quedaba entallado y lo hacía resaltar aún más, unos guantes de cuero negro de descubiertos... Al sentir una mirada sobre él se dirigió a mi dirección con una mirada sospechosa, rápidamente me desvié de vuelta al cantinero.
- Aquí tiene, señora Hughes – Me sobresalté cuando el hombre habló de repente. Me limité a asentir a modo de agradecimiento. - Sírvame lo mismo que la señorita – Su figura alta se posó a mi derecha, recargando sus codos encima de la barra, lo miré de reojo tenía expresión confiada que automáticamente me hacía flaquear las piernas – Espero pueda tener buen gusto para las bebidas – Al final no pude resistirme, terminé por dirigirme a él.
Tenía tantas preguntas en la cabeza, incógnitas que no me interesaba en contestar por ahora como saber quién era, si era alguien relevante o no. Aunque, probablemente eran debido a los efectos del alcohol, pero ahora solo buscaba cumplir un único objetivo.
