𝗩𝗼𝗹𝘃𝗲𝗿𝘁𝗲 𝗮 𝗩𝗲𝗿.

12.7K 707 397
                                    

Cuenta una leyenda que las personas destinadas a conocerse están conectadas por un hilo rojo invisible. Este hilo nunca desaparece y permanece constantemente atado a sus dedos, a pesar del tiempo y la distancia.

No importa lo que tardes en conocer a esa persona, el tiempo que pase sin poder verla, o si vives en la otra punta del mundo, en otro tiempo: el hilo se estirará hasta el infinito pero nunca se romperá.

No importa lo que tardes en conocer a esa persona, el tiempo que pase sin poder verla, o si vives en la otra punta del mundo, en otro tiempo: el hilo se estirará hasta el infinito pero nunca se romperá

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

──Por favor. Por favor, Kiyomi, quedate conmigo ──estaba de rodillas, suplicando que la vida no fuera tan cruel con ellos, ya había tenido demasiado, suficiente dolor para un pobre muchacho, ¿y ahora tendría que cargar con esto también?── Estamos fuera, hemos salido al fin, ya falta poco. Así que, por favor, resiste.

──Lo siento mucho, Obanai, solo me dedico a darte molestias ──sonrió, un hilo de sangre salía por la comisura de sus labios, él no pudo resistirse a limpiarlo una vez más; ya había perdido la cuenta de cuántas veces lo había hecho pero no podía permitir que su rostro, su bello y amable rostro, se viese manchado por un error que el mismo había cometido──. Kaburamaru sabe cuidar mejor de que yo misma.

──No, no, tú jamás fuiste una molestia, ni lo serás. Guarda tu fuerza, cuando la ayuda llegué podremos irnos y al fin seremos libres. El pilar regresará y me ayudará a sanarte.

──Obanai ──su mano, temblorosa por la poca fuerza que le quedaba, acarició su rostro, el muchacho no pudo evitar sentir incomodidad cuando sus dedos rozaron sus cicatrices──, ¿cuándo te hiciste tan optimista? ──y ahí estaba Kiyomi, su Kiyomi, la chica graciosa e increíblemente dulce que solo le ofrecía amor incondicional a cambio de unas pocas palabras o afecto. Buscaba distraerle de todo lo que estaba sucediendo, ¿pero cómo podría?── No voy a poder seguirá tu lado, perdóname.

──Kiyomi, no... ──ella puso su pulgar sobre sus labios, haciéndolo callar.

──Obanai, quiero que seas fuerte, el más fuerte de todos ──sonrió con suavidad──; también quiero que encuentres a una chica, la mas dulce, la que mejor sepa apreciar cada una de tus hermosas virtudes.

──No sigas, por favor.

──Quiero que la hagas feliz en esta vida, hazle ver y sentir lo que quisieras para mí; enamórate, Obanai, hazlo y siempre recuerda que yo no soy celosa y puedo compartirte un poquito ──se vio interrumpida por una incesante tos que atacó su garganta, una gran cantidad de sangre salió de sus labios. Se acercaba el final, la herida en su vientre había arruinado por completo su gastado kimono──. Quiero que tengas amigos, no importa si son pocos, mientras sean leales y te aprecien ──las lágrimas del azabache calleron en su rostro, mezclándose con las propias──. Ten una vida feliz y tranquila, pero no seas conformista, esfuérzate por siempre conseguir algo mejor. Ama y deja que te amen, haz a esa chica feliz en esta vida porque, cuando el momento llegué tú y yo volveremos a encontrarnos. Y entonces serás mío, y yo tuya, y nada ni nadie nos volvera a separar. No dejes que la venganza, el dolor y el resentimiento te consuman. No dejes que nada te consuma, Obanai.

𝐕𝐎𝐋𝐕𝐄𝐑𝐓𝐄 𝐀 𝐕𝐄𝐑 ⊹₊̇ ── 𝑖𝑔𝑢𝑟𝑜 𝑜𝑏𝑎𝑛𝑎𝑖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora