¿Quién es? ¿De donde vino? ¿Siquiera sigue con vida? Estas son las preguntas que recorren la cabeza de este pobre diablo, quien ahora deambula por las calles solo y confundido, solo tenía imágenes vagas y una extraña sensación dentro de si, algo que...
En pocas horas, la ciudad de Los Ángeles había sido puesta de cabeza, todo por obra de nuestro espectro. Pues desde las desaparición de la pequeña Cyan, Spawn no ha parado de buscarla, mientras dentro de su ser una ansias de sangre crecen a cada segundo.
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Atacando con brutalidad y sin miramientos todo lugar que parezca minimamente sospechoso, sin tener miedo a liquidar a cuanto mafioso o malviviente se encontrase. Esto de por si ya era suficiente para alertar a las autoridades, pero en su arranque de ira, Simmons también ha lastimado a inocentes.
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Si existe algo bueno que se le pueda sacar a esta situación, es que el engendro esta demostrando y descubriendo su propio poder. Cientos de muertos y heridos son el saldo de pocas horas de ira demoníaca.
Bares de mala muerte, bodegas abandonadas, edificios repletos de drogadictos y centros de reunión criminal han sido los blancos de este ser, quedando en ruinas y cubiertos de cadáveres.
-Oficial Burke, tenemos otra llamada, un tiroteo, los testigos reportan haber escuchado gritos y ¿rugidos? entre las detonaciones- informa una policía en la estación de Los Ángeles, la cual se ha vuelto un caos ante lo que todos describían como una amenaza mutante.
-¿En donde exactamente?- pregunta agitado el oficial, caminando apresurado hacía donde su compañera.
-Bodega numero 39, a dos kilómetros de aquí-
-Envía a un equipo armado, fuerza letal autorizada-
-De inmediato-
Para mala suerte de los oficiales, no encontraran al responsable del alboroto en el lugar, pues al no haber nada que le indique el paradero de su objetivo, no tiene por que quedarse.
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