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Francia:

A veces la vida suele ser una verdadera mierda contigo, algunos lo ven como pruebas que te pone esta misma, otros como mala suerte, pero para mi era una verdadera mierda.

—Francia, ya baja— me llamo mi tía.

Vivía con ella, su esposo y mi prima. Hoy cumplía 2 años viviendo con ellos, dos años desde -como muchos suelen llamar- aquella "trágica noche"

Termine de colocarme un pantalón negro de "ejercicios" y mi top de tiras, de mi closet saque la polera gris de Paris y me la coloqué, a su lado se encontraba colgada su camisa, aún podía sentir su olor, después de dos años aquella camisa no dejaba de oler a él. La pensé un poco y me la puse.

Baje a la primera planta y me dirigí a la cocina, Eva: mi tía, se encontraba frente a la estufa preparando pancakes.

—buenos días tía— la saludé y dejé un beso en la sien  poniéndome de puntitas.

—buenos días querida— se giró a verme, mientras yo me acercaba a la alacena para sacar el cereal —esa es la camisa de...— no pudo terminar por que la interrumpí

—si— solté seca, más de lo que pretendía ser y sin mirarla.

Ella no dijo nada más y siguió preparando los pancakes. Se escucharon pasos bajar por las escaleras a una gran velocidad.

—buenos días Fran...cia— se corrigió mi prima al ver mi cara de pocos amigos, sabía que no me podía llamar así.

—buenos días— me limité a decir.

—Emma, hija, podrías decirle a  Ryan que se
apure— pidió mi tía.

—si, ya baja— respondió mi prima

Mi tía puso los pancakes en el centro de la mesa, yo solo los miré de reojo y volví a mirar mi tazón con cereal y leche.

—ya estoy aquí— dijo Ryan sentándose a la mesa
—comamos, así podemos ir rápido—

—yo iré yendo— dije mientras me paraba y llevaba mi tazón al lava platos —haré una parada antes— informe

—Francia, querida, no creo que...— empezó mi tía

—tía— dije en modo de advertencia, no quería discutir, no hoy.

—está bien— se rindió —¿nos veremos allá?— pregunto

—lo dudo— le respondí sincera

—pero...—

—déjala Eva— interfirió Ryan —necesita su privacidad con ellos— mi tía solo asintió

—está bien, nosotros iremos con él después— me miró mi tía.

Asentí para luego salir de la casa.

Comencé a caminar hacia aquel lugar, mientras pensaba. Lo único que llegaba a mi mente, eran sus recuerdos.

(...)

Luego de una larga caminata, por fin llegue a aquel edificio cuyo nombre en grande decía "HOSPITAL" me adentré y fui directo al cubículo de la entrada.

~HASTA QUE TE VI~  //Cameron Brodeur//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora