Capítulo 5

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LUCAS

Ver a su hermano mayor tener una vida normal y ser él quien tenga que llevar en sus hombros un gran peso de casi la mitad de la herencia de su padre sólo terminaba por remover ese resentimiento cada vez que lo veía salir con sus amigos sin ningún problema, sin que nadie sospechara que también era hijo de uno de los mafiosos de parte sur de China.

- ¿Lucas estas ocupado? - Mencionó Chanyeol ingresando a su habitación, podía sentir el aura diferente, Yukhei ya no era un niño a quien podían taparle las cosas con un solo dedo, el joven creció y el peligris cerró la puerta detrás suyo.

- Si vienes a decirme algo que no sea que vas a asumir tu responsabilidad, no quiero saber nada.

- Lu...ya hablamos de este tema y sabes que no sirvo para esas cos- - ni siquiera pudo terminar de hablar ya que el sonido de un aparato estrellándose contra la mesa hizo eco en esas cuatro paredes.

- ¿¡Y yo sí!?, ¿Y yo si tengo que hacerme cargo de esta asquerosa vida que he decidido tener?, Chanyeol, no creas que te he perdonado y que seremos los hermanos que solíamos ser cuando éramos pequeños, sigamos así, yo pasando de ti y actuar como si no nos conociéramos, si quieres hacer tus mierdas con tus amigos, hazlas, sabes que nuestra madre estaría muy decepcionada de que su hijo adorado esté fumando hierba - Chanyeol no esperaba esa reacción, sabía que conllevaba hablar con su hermano menor, sólo asintió en silencio antes de salir de la habitación.

- Me parece bien que no digas una puta palabra - Habló Lucas en voz alta que pudiera escucharlo, su mirada fue a parar en su móvil hecho trizas, al menos tendría una excusa de no haber respondido los mensajes a Jungwoo, alzó su diestra para ver la hora que era, aún estaba a tiempo de ir a recogerlo, se detuvo un momento para sacar el otro teléfono que solo usaba en caso de emergencia, notando aún la foto del pelinegro. - Ten...Ten,en que te he metido.

Sin más salió de su hogar, subiendose a su cadillac para ir rumbo al hogar del castaño.

- Amor, pensé que no vendrías ya que no me respondías ningún mensaje - Comentó Jungwoo ingresando al vehículo y Yukhei tuvo que fingir una sonrisa y disculpándose.

- Hubo un problema con el aparato, pero en la tarde tendré uno nuevo, ¿Ya estás listo? - preguntó inclinándose para dejar un beso sobre la mejilla del contrario, estaba volviendo a acomodarse sobre su asiento hasta que sintió las manos ajenas posarse sobre su rostro y volver a sentir sus suaves labios, profundizando aquel beso, debía admitir que amaba la forma en como el castaño demostraba sus sentimientos, no demoraron en devorarse la boca el uno al otro, sus grandes manos de Yukhei se deslizaron sobre los muslos de su novio, recibiendo un jadeo por parte del otro.

- Sabes que si seguimos así...es difícil detenernos - murmuró sobre su boca del menor y ni siquiera supo en que momento el otro ya se encontraba encima suyo, acariciando sus cabellos entre sus dedos y Lucas sólo dejó que sus manos se colaran por debajo de su playera, deslizando las yemas de sus dedos por toda su espalda del otro. - Woo...las clases, debemos irnos, por favor.

Los besos de su compañero fueron bajando por su cuello, Jungwoo siempre sabía como hacerlo estremecer y tuvo que detenerlo asi él no quisiera para dejar un beso sobre sus labios - ¿Acaso ya no me deseas?, ¿Sabes a cuantos he rechazado para estar contigo, Lucas?, sí, a la mitad de la universidad, ya van dos veces que me cortas, dos malditas veces. - Soltó en un suspiro antes de acomodarse la camiseta y volver a su asiento, Lucas sólo elevó una de sus cejas antes de llevar sus dedos la puente de su nariz para contar hasta diez y no perder la cordura, había comenzado un mal día y no quería que el día fuera empeorando.

- El viernes, el viernes en la fiesta prometo darte la mejor noche, eso tenlo por seguro.

- ¿Y qué me asegura que no me dejaras nuevamente con las ganas? - dijo cruzando se de brazos, mirando por la ventana. - Nunca te has preocupado por las clases y ahora quieres llegar temprano.

- Veamos el lado bueno, llegaremos temprano. - Intentó acariciar la pierna del menor, recibiendo un pequeño golpe y sólo dio suaves palmaditas sobre esta antes de prender el vehículo e ir hacia la universidad. Él sabía cual era el motivo por la que quería llegar siempre temprano ya que desde la vez que se cruzó con el pelinegro, no solamente quería vigilarlo, le gustaba ver su hermoso perfil y la forma en como cantaba cuando él se encontraba solo en el aula. De alguna forma tenía que asegurarse de que no iba a pasarle nada, tal como le aseguró en ese momento que estuvo en peligro y Ten fue la única persona que lo ayudó a esconderse de aquella banda enemiga.

come with me ¦¦  {Luten}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora