III

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- ¿En qué estás pensando eh? Tienes todos estos días en el aire. - Pregunta Paola golpeandome con su lápiz en la cabeza.

Es cierto lo reconocía, llevaba todos estos días pensando en una sola persona. Henry Benister, el responsable de que ahora no pueda casi dormir, y no especialmente por miedo, sino porque me hace sentir curiosidad.

Desde el día que hablamos no me había cruzado más en su camino, eso fue lo que me pidió ¿no? Que me alejara de él, pero por alguna extraña razón eso me hacía sentir  mal.

Y es muy extraño porque esa fue la única vez que había tenido algún acercamiento a él.

A lo lejos puedo ver a Broddy, el chico más popular aquí y por supuesto todo un galán, tenía una sonrisa hermosa, un cabello perfecto y todo en él era perfecto. Suspiro sin poder evitarlo porque era lógico que todas las chicas estuvieran derritiéndose por él.

- Oh, ya veo porque estás así. - Me señala Paola con una sonrisa.

- No es cierto. - Me quejé.

- Ay, claro que sí. - Soltó una carcajada llamando la atención de todos en la cafetería, incluyendo al grupo donde estaba Broddy.

El chico que me gusta miró en dirección a nosotras y su mirada se encontró con la mía, inmediatamente me escabullí tímida, pero pude notar movimiento cuando se pusieron de pie y se acercaron a nosotras haciendo que me ponga aún más nerviosa.

- Cora ¿Verdad? - Preguntó Broddy con su sonrisa de galán.

- A... así es. - Tartamudeé un poco.

- Eres un chica linda ¿No te lo han dicho antes? - Se acercó agarrando entre sus dedos un mechón de mis cabellos rubios.

- Gracias. - Susurré en un hilo de voz.

- ¿Qué te parece si vamos juntos a la fiesta de Cooper? - Me invitó haciendo que me sorprendiera en demasía.

- ¿Me preguntas a mí? - Jadeé.

- Por su puesto, preciosa. - Sonrío de nuevo.

- Si. Si quiero. - Sonreí como nunca.

- Perfecto. Te veo allá entonces. - Me guiñó un ojo haciendo que mis piernas temblaran y se fue de regreso a su lugar mientras Paola me miraba con la boca y los ojos bien abiertos.

- ¿Qué... Fue... Eso? - Preguntó haciendo pausas.

- Yo... no lo sé. Broddy me acaba de invitar a salir. - Casi chillo llamando la atención de algunos a mi alrededor.

- Prepárate amiga, para ese día te tienes que poner lo mejor de tu clóset. - Ambas reímos y nos pusimos de pie para ir a la siguiente clase.

En las clases de filosofía veía a Henry y prefería sentarme lo más lejos posible de él. Broddy se veía de verdad interesado en salir conmigo, tal que los siguientes días estuvo sentándose conmigo en las clases que compartíamos juntos, me regalaba flores y me decía cosas lindas.

Uno de esos días mi mirada se cruzó con la de Henry y no pude evitar saludarlo con una sonrisa, él me ignoró como era de esperarse, pero al menos lo descubrí mirándome y eso es un avance.

Al final de cuentas llegó el día de la fiesta y Paola me ayudó a vestirme y ponerme hermosa como cada vez que había una ocasión especial. Broddy me mandó un mensaje para confirmar mi asistencia a la fiesta y la hora, todo estaba genial.

En casa de Cooper había un desorden enorme, la música se escuchaba a los lejos y coches estacionados en todas partes. La casa estaba repleta de personas alcoholizadas y el olor a hookah y otras sustancias en todos lados, incluso habían personas cogiendo en algunas partes.

A los pocos minutos de entrar perdí a Paola de mi lado, recordé que Broddy me había dicho que estaría en la alberca como siempre así que me dirigí hasta allí. Gran sorpresa me llevé al encontrarlo besándose y manoseando a otra chica.

- ¿Broddy? ¿Qué haces? - Pregunté llamando su atención y la de algunos que estaban con él.

- Al fin llegas. - Fue lo que dijo al verme. - Es un poquito antes de lo que pensaba, pero no importa. Estás aquí.

- Estoy aquí para presenciar esto. - Me estaba quedando sin habla. - ¿Por qué? Me dijiste que yo te gustaba. - En su rostro se formó una sonrisa maléfica.

- ¿Y tú me creíste? Que ingenua eres, déjame informarte que hice una apuesta con mis amigos de si seria capaz o no de conquistar a una nerd y cuando te vi babeando por mí se me hizo super fácil ganarla contigo. - Se rió mirándome de pies a cabeza. - ¿Dónde se te ocurre que alguien como tú me puede gustar? ¿Te has visto a un espejo? Eres plana y a mí me gustan con pechos y nalgas. - Dijo eso agarrando las partes nombradas del cuerpo de la chica que había reconocido como Matilda. - Ningún hombre, nunca se va a fijar en alguien como tú.

Las fuerzas se me fueron y no tuve valor ni siquiera para darle una cachetada que bien merecida la tenía.

- Eres un cerdo. - Fue lo único que pude decir y salí corriendo de allí.

- ¡Cora! - Escuché la voz de Paola, pero no me volteé, lo único que quería era irme.

Las palabras de Broddy se repetían una y otra vez en mi cabeza, a lo mejor tenía razón h era demasiado insignificante para poder atraer a un hombre. Él solo se había acercado a mí por una puesta y no sabía que dolía más, si el hecho de la apuesta o de que tal vez tenga razón am decir lo que soy.

Me adentré a la pista de baile empujando a otras personas, no me importaron los insultos ni nada, solo quería irme y aovillarme en mi cama a llorar. Entre mi arrebato choqué con algo duro y firme, pero estaba demasiado ocupada en ocultar mis lágrimas como para disculparme.

- ¿Coraline? - Al reconocer la voz de Henry Benister no me importó mi estado y levanté la vista para luego lanzarme a sus brazos.

- ¡Henry! - Sé que había prometido alejarme de él, pero en este momento necesitaba un salvador. - ¡Sácame de aquí, por favor! - Supliqué y él no dudó en agarrarme de la mano y llevarme fuera de aquella casa empujando personas.

En cuanto estuvimos afuera me llevó hasta su auto y allí me encerró en el asiento del copiloto amarrando él mismo el cinturón de seguridad. Yo no me negué ni puse resistencia a nada en cuanto arrancó el auto en cualquier dirección, solo subí los pies en el asiento rogando para que no le molestara y dejando mi cabeza en el hueco de mis piernas llorar como una niña.

Lo Que Oculta Una MiradaWhere stories live. Discover now