¡YA NO SOY UN NIÑO! [Kirishima x Bakugou]

CAPÍTULO 1

Mitsuki la madre de Bakugou y Kaori la madre de Kirishima son mejores amigas desde la primaria así que no era para nada sorprendente que al tener las dos hijos quisieran que fueran amigos aún que Bakugou era mucho más pequeño que Kirishima eso no importaba, hasta pensaban que de cierta forma estaba bien pues así el mayor podía cuidar del más pequeño sin tanto problema.

La primera vez que se conocieron fue muy poco después de que el pequeño Bakugou cumpliera su primer añito, Kirishima estaba fascinado con el bebé, el siempre quiso tener un hermanito o una hermanita pero debido a que su madre tuvo problemas a dar a luz quedó estéril, eso puso muy triste tanto a sus padres como a él pero ahora podía compensarlo con aquel lindo bebé que estaba enfrente a el durmiendo tranquilamente en su cuna.

—Es difícil que Katsuki se duerma, la mayoría del tiempo se la pasa llorando

—¿Quizás sea por que te la pasas gritando? -con tono burlón dijo la linda mujer de cabellos negros-

—¡¡¡Eh!!!, ¡¿pero que dices?! ¡yo no me la paso gritando! -dijo con indignación la mujer de cabello rubio cenizo-

—Si, si lo que tú digas -aun con tono burlón se dirigió a su amiga la que la miraba con una pequeño puchero-

—¡Mami!

—¿Qué ocurre cariño? -la linda mujer le dedico una dulce sonrisa a su pequeño hijo que la miraba con una enorme y brillante sonrisa-

—¿Cuándo despierte el bebé puedo jugar con él?

—Por supuesto hijo

—Si te hace algo ese mal nacido me dices, yo me encargaré -dijo la mujer con una enorme sonrisa pero con el ceño fruncido-

—¡¿Pero que estás diciendo?!-rápidamente le dio un golpe en el hombro- ¡No le digas así! y ¡¿que planeas hacerle a tu hijo?!

—Nada que no haya hecho antes

—Mitsuki, me das miedo

—No es nada nuevo

El pequeño Kirishima no sabía muy bien a que se referían las dos mujeres así que decidió dejar que siguieran hablando entre ellas para poder seguir viendo al pequeño y lindo bebé que ahora empezaba a moverse, quizás lo estaba despertando los gritos de las dos madres que se encontraban en la sala. En ese momento el pequeño empezó a mover sus manitas buscando quien sabe que cosa así que Eijiro acerco su mano la que no tardó en ser tomada por la del más pequeño y al hacerlo abrir sus pequeños ojos siendo lo primero que viera fuera el rostro alegre del pelinegro.

—Hola Katsuki, soy Eijiro y seremos amigos partir de ahora -estaba más que claro que Bakugou no entendía casi nada de lo que acababa de decir el mayor pero eso no impidió que el le dedicada una tierna sonrisa-

—¡ta niem!

A partir de ese día Kirishima iba a la casa de los Bakugou cada vez que terminaba sus tareas, le encantaba pasar el día con el pequeño rubio y al parecer era mutuo pues cuando Kirishima no podía ir a la casa de el pequeño el se la pasaba llorando hasta que escuchaba su voz aún que sea por teléfono o lo veía en alguna foto, las vídeo llamadas también eran una muy buena solución.

•••

—¡Bienvenido Eijiro! -dijo alegre un hombre de cabellos castaños-

—Gracias tío -le respondió al mayor con una alegre sonrisa mientras se quitaba los zapatos en la entrada-

—Que bueno que llegaste, Katsuki a estado insoportable desde la mañana todo por qué el muy idiota tiro su mamila y se abrió la tapa y derramó toda la leche en una de tus fotos

—Y no aceptaba otra foto, al parecer la a estado secando desde que ocurrió el accidente y está enojado porque ahora está hecha chicharrón -al terminar su relato soltó una pequeña risa nerviosa mientras se rascaba la nuca- pero ahora que estás aquí seguro se tranquilizara al verte

—Si, mejor ve a a verlo cariño -dijo mientras se acercaba al menor y ponía una de sus manos en su cabello al mismo tiempo que le dedicaba una sonrisa-

Como había dicho la mujer (después de que habrán un poco más) fue a la habitación de Katsuki. Al acercarse pudo escuchar una vocecita molesta que murmuraba y a la vez escuchaba algo que parecía ser el movimiento de papel.

La curiosidad hizo que se asomara solo un poco por el marco de la puerta viendo como el pequeño bebé movía sus manitas por lo que dedujo que era la foto que había mojado, tratando de quitar las arrugas que está tenía. Aquella escena hizo que su corazón  se llenará de un cálido calor.

—¿Qué haces? -pregunto captando la atención del más pequeño el que dejó de hacer lo que estaba haciendo para después ver al mayor el que noto que Bakugou está llorando, su pequeño y redondo rostro estaba lleno de lágrimas- ¡Katsuki! -rápidamente Kirishima se acercó a el- ¡n-no llores!

Kirishima tomo unos pañuelos que estaban cerca de la cuna del menor para después secar con cuidado las lágrimas del pequeño. Cuando termino de hacerlo Bakugou solo lo miro un par de segundos para después seguir con lo que estaba haciendo, pero nuevas lágrimas no tardaron en salir pero está vez el se las quito pasando su brazo por sus ojos mientras empezaba a gimotear.

—Hey, Katsuki... no debería importarte tanto esa foto, ¿sabes? mi mami tiene muchas fotos mías te puedo dar todas las que quieras

Aún diciendo eso no consiguió ninguna respuesta del menor, el seguía sumergido en lo suyo "¿tanto le gustaba esa foto?" se pregunto.

—Puedo darte otra foto igual si quieres -esta vez acerco su mano a la cabecita del pequeño Bakugou que seguía llorando y aplastando la foto en la que no parecía desaparecer ninguna arruga- esto no es divertido Katsuki, creo que es mejor que me vaya si vas a seguir con esa foto -empezó a alejarse pero no tardó en escuchar como el más pequeño empezaba a soltar enormes gritos-

—¡DIOTA!

Kirishima no pudo evitar reír, su pequeño plan había funcionado y ahora Katsuki se había parado y estaba golpeando los barrotes que tenía su cuna mientras sus ojos se llenaban de nuevas lágrimas más enormes que las anteriores y en mayor cantidad.

—Vale, vale no iré a ninguna parte -se volvió a acercar a dónde se encontraba el menor ahora pateando los barrotes de su cuna- ven aquí

—¡¿Ahora que demonios esta habiendo ese pequeño demonio?!

—C-Cariño cálmate por favor...

Los dos padres del pequeño habían aparecido en la habitación esperando lo peor pero lo que miraron sus ojos fue algo completamente diferente a lo que esperan.

—¡Creo que Katsuki ya está mejor!

•••