My Oh My ➳ Jimsu

She says she likes a good time

—¿Me estás escuchando siquiera? —preguntó la fémina ante la obvia distracción por parte de su mejor amigo—. ¡Hey! —Chasqueó sus dedos en la cara del dueño del chico de cabellos ondulados—. ¡Deja de ignorarme!

Nada.

Eso era lo que había en la mente de Jimin en estos momentos.

—¿Qué diablos estás mirando? —Momo dirigió su vista en la persona que estaba acaparando la completa atención de Jimin—. Mejor dicho... ¿A quién diablos estás mirando? —Volvió a mirar a su amigo y suspiró decepcionada—. Espero que no sea lo que creo que es —dijo con total fastidio.

—¿Y qué supones que es entonces? —cuestionó Jimin sin apartar sus ojos almendrados de su lindo objetivo haciendo que Momo le quite bruscamente sus lentes y frente a él, evitando que mire otra cosa que no sea ella—. ¡Momo!, ¿Se puede saber qué diablos estás haciendo? —gritó un tanto exasperado ante tal atrevimiento, y por la impresión del acto. Ella era su mejor amiga, claro que sí, pero había ciertas actitudes que no soportaba de ella. Al igual que él tenía ciertas mañas que ella no toleraba para nada—. ¡Compórtate, por favor!

—Sí, sí, lo que digas —La japonesa puso sus ojos en blanco, ante el regaño y volvió a lo verlo seriamente—. No me mientas Jimin, ¿A quién estabas mirando? —Le preguntó desafiantemente arqueando su ceja ante la obvia molestia que sentía y tal vez, un poquito de celos también.

—A... —Agachó su cabeza avergonzado, mientras comenzaba a jugar con sus rechonchos deditos por los nervios—. A la chica de allá, la pelinegra... de cabello corto —susurró en voz baja y señaló disimuladamente a la aludida con su carita toda sonrojada, encogiéndose en la mesa del comedor y poniéndose sus lentes de nuevo. Como si esta acción lo protegiera de la vergüenza, que comenzaba a apoderarse de su cuerpo ante la innegable belleza que envolvía a la susodicha.

—Te recomiendo que te alejes de ella ¿Sí? —respondió Momo mirando a un punto fijo de la mesa, con muchas más dudas en su cerebro que se guardaba para ella misma—. Ella estudiaba aquí antes, se fue y regresó —Un poco dubitativa miró al de ojos de color miel—. Yoonji no va con chicos cómo tú, créeme.

Lo último dejó consternado al tierno castañito ¿Chicos cómo él? Sabía que no era atractivo, de hecho, él entraba en la categoría de adorable hermano menor y por tal razón no era un candidato a novio. No era del tipo convencionalmente considerado un galán. Era más bien un candidato a amigo o mejor amigo a lo mucho, sin contar los lentes de pasta gruesa no lo ayudaban en nada a resaltar sus bonitos ojitos y no ayudaba que recientemente le hayan quitado los brackets después de cinco largos años de usarlos, ya que casi nadie se había dado cuenta de esto último.

Eso sin mencionar que antes su cuerpo contaba con unos kilos de más que lo avergonzaba en cierto modo, pero había logrado adelgazar gracias al baile. No obstante, su rostro seguía manteniendo sus tan característicos cachetes dándole ese aire inocente.

Tenía amigos, demasiados si tuviera que mencionarlos uno por uno. Sin embargo, nunca salía de esa brecha amical y tampoco era como si fuera realmente cercano a ellos, a excepción de Momo.

"Lo siento, es imposible que te vea como algo más", eso era lo que siempre le decían, había aprendido a lidiar con eso, pero diablos... le dolía no poder tener un primer amor o sentir la sensación de que eres lo más importante para una persona, sentirse querido y deseado con el mismo fervor. Ver en los ojos de esa persona el brillo de anhelo.

Ante esos pensamientos deprimentes sintió unas cuantas lágrimas querer avecinarse. Parecía que ser carismático no era suficiente para gustarle a las chicas o incluso a los chicos, realmente no tenía problema con eso. De repente, sintió que lo están abrazando y trató de relajarse, convencerse de que estaba exagerando.