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Durante miles de años, hemos superado desastre tras desastre, superando al mismo fin del mundo, con el tiempo evolucionamos, pero todo fue gracias a los cuatro elementos, tierra, aire, fuego y agua, pero existía un quinto, resguardado por extraterrestres quienes cuidaban la tierra de aquel que llamaban "El maligno", estos seres confiaban en ciertos humanos, que a su vez pasarían el conocimiento a otros a través de las generaciones hasta que, aquel llamado "El ser supremo" llegara a cumplir la profecía de la salvación.

Ha pasado mucho tiempo y aquellos clérigos que pasaban las antiguas lecciones, siendo estos atrapados por las tentaciones humanas, tales como el vicio, el placer o el dinero, muchos más prefirieron la paz de un hogar y una familia y olvidar aquella profecía. Pero de aquellos, solo uno seguía fiel a la profecía y aunque renunciara al hábito, paso esa sabiduría a su familia.

-Papá ¿Dónde pongo esto?- pregunto un joven de cabellos obscuros, bandana naranja, este tenía ojos amatista y ropas moradas además de un short naranja sobre sus ropas, este tenía un par de libros bastante pesados.

-Ten cuidado con eso Narancia- Regaño un pelinegro de cabello corto, que llegaba a los hombros, una trenza sobre su cabeza, adornada con dos broches dorados, vestía un traje blanco con motas negras- ponlo en el escritorio amor, Necesito leerlos de nuevo, parece que está cerca.

-¿Cómo identificaremos al ser supremo Bruno?-Una Joven de cabellos rosados se acerco al mayor, esta lucia una falda negra con tonos rosados amarillos, y una blusa negra semi escotada, esta cargaba unos pergaminos que no dejaba de leer.

-Una marca en el hombro izquierdo, una estrella- Contesto Leone, padre de Narancia y pareja de Bruno, el hombre tenia el cabello blanco, adornado con un pequeño adorno morado, llevaba puesta una gabardina negra que hacia juego con sus pantalones y zapatos.- Pero me preocupa que los politicos lleguen a el antes que nosotros.

-Bruno tiene aun el habido de monje, eso nos podría ayudar- Comento Narancia.

-No, eso seria una mofa, ya encontraremos la forma de infiltrarnos.

-Bruno ¿No crees que es bastante peligroso amor?

-Es un deber que adquirí hace años, no lo dejare pasar, la vida de todos incluyendo la de nuestros hijos corren peligro- Ante el comentario, Leone quedo callado, a lo que Bruno le respondió con una sonrisa-Estaré bien, buscare alguna señal y traeremos al quinto elemento con nosotros.

Departamento de seguridad.

-¿Esta seguro que cayó del espacio?-Preguntaba un hombre de cabellos rubios atados en una coleta, vestía con una bata de laboratorio y un pequeño sombrero de copa.

-Doctor Speedwagon, ¿Cree que jugaría con algo así? Sí cayo de la nada, se estrello con una de nuestras naves dedicadas a ir tras Diavolo- Contesto el general William Zeppeli, quien portaba un traje blanco y pulcro.

-¿No es interesante? Mire-El doctor se acerco a uno de los monitores- Esta es una cadena de ADN común...adenina, timina etcétera y de este lado tenemos...-Se acerco a otro monitor donde se mostraba una cadena de ADN más elaborada.

-¿Que tiene que ver esto?

-Que esta forma es...perfecta-Por un lado pasaba una plancha protegida por un cristal donde reposaba una especie de capullo que fue llevado a un sala protegida.

-Speedwagon le advierto que si esta forma "Perfecta"-Hizo comillas al aire-Tendremos que eliminarla.

-No habrá necesidad-

Dicho esto pusieron el objeto en una maquina regeneradora de tejidos, pasaron al rededor de quince minutos cuando la capsula se abrió, dejando ver a una figura femenina, de cabellos dorados que llegaban hasta la mitad de su espalda, pusieron algunas prendas intimas para cubrirla, antes que esta despertara, golpeando el cristal que la separaba de los científicos, asustada golpeo el cristal, gritando en un idioma totalmente desconocido.

The fifth element (Mista x femGiorno)Where stories live. Discover now