Capítulo 33

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Capítulo 33



Fui en un taxi, claramente, Shaw no se tenía que enterar que iba a un lugar a comprar un arma de fuego. Sería muy sospechoso, por lo tanto le dije que no pasara por mí después de controlarme porque tenía otros planes.

Accedió sin ningún tipo de problemas.

Siempre pensaba las cosas antes de hacerlas, porque así son las personas inteligentes como lo soy yo.

Me puse unos lentes negros y una gorra, y el taxista era un hombre mayor a la que me tomo poca importancia porque de seguro no sabía quién era.

Las personas mayores no saben y no conocen a las personas que son iconos de la moda en la actualidad.

Mire la ventana y le dije la dirección donde me tenía que llevar.

El hombre obedeció y solo se sentían la radio y nuestras respiraciones.

"La chica desaparecida... Lili era muy joven, está desaparecida hace una semana y no la encontramos por ningún lado."

Está en el bosque... bueno sus restos quemados están en el bosque... oh que por cierto de seguro los gusanos y los bichos ya se encargaron de ellos.

Su documento lo queme.

No tiene identidad.

De seguro saben esos datos por su estúpida madre y hermana.

Familia... siempre tiene que existir para agobiarte como mi madre, que no hable más y el último encuentro que había tenido había sido fatal.

Le dije al taxista la dirección pero de la esquina del lugar donde venden armas, no voy a hacer tan sospechoso.

Aunque el tipo tenía menos luces y el menor interés a donde iba quizás luego se acordaba si un policía estúpido se lo hacía recordar.

Seguía mirando las ventanas y me encontraba con la gente estúpida que estaba caminando, hablando por teléfono, mirando los celulares, con café en la mano, con auriculares, con niños de la mano, con sus parejas...

Ellos se creían que estaban en un mundo normal.

Esto no es un mundo normal, es un mundo lleno de pecado y de basura, así es, eso es lo único que es.

Tendría que venir la persona que nos creó a destruir todo y crear algo que tenga sentido. El mundo como está ahora, me da lástima. Lástima todas las personas, que son egoístas, que se importan de lo material, que un auto las hace feliz...

No soy yo quien para hablar de moral, cuando pienso en quien va a ser mi próxima víctima y que ya llevo dos asesinatos en mis manos.

Comenzó a picarme el brazo...

Mire mi piel para ver si estaba irritada y estaba pálida como la leche. Me rasque fuertemente otra vez, pero mi piel no parecía irritada, parecía normal...

Y de repente siento una voz.

Pero no dentro de mi piel.

—Serian 8.60 euros...

— ¿Qué?

— ¡8.60!

El taxista me repitió mientras miraba el espejo retrovisor.

—Disculpe...

—Más atento jovencito.

—Estaba...

Pero no continúe la frase.

Comencé a buscar en mi billetera, le pague y me baje de su auto de mala manera, sin decir adiós. Espere a que se fuera y mire a mis alrededores...

Descubriendo El Color De La Sangre (Editando)Where stories live. Discover now