- Me gusta tu sonrisa, Tadashiin - dijo Sora de la nada mientras sonreía.
- La sonrisa es mía, pero el motivo eres tú - susurró mientras se llevaba la mano a la nuca.
Sora moriría de ternura.
- Ahora dame tu boca, me la quiero comer con tu sonrisa...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Y los aplausos sonaron en aquel sitio, donde los más emocionados eran los clubes de patinaje. No todos los días tienes la oportunidad de ver a una pareja que ganó el prix junior.
Ahí adelante estaban Aoi y Kanaye, en un abrazo fraternal agradeciendo por los aplausos.
Emoción, calidez, familiaridad. Todo eso habían sentido ambos al volver a patinar juntos.
Demonios, se extrañaban era un hecho y más la rubia, pues ella había sido la que se había alejado sin avisar más que a su coach, quien malévolamente la había liado al no contarle a Kanaye.
Y entendió que la decisión de dejar Miyagi tal vez era la mejor si quería convertirse en una patinadora profesional. Pero su corazón no estaba de acuerdo.
Entonces por un momento decidió que pensar en hacer ambos, no podría ser malo.
Si se esforzaba lo suficiente podría lograrlo.
Y por esa razón Aoi y Nakamura estaban escondidos en el baño de chicas a mitad de la noche hablando entre susurros del plan de 6 pasos de Nakamura Kanaye.
- Estamos solos - dijo Aoi, quién era la más nerviosa. Extrañamente había empezado a cuidarse de acciones que podrían considerarse malos entendidos, pero de todas, esta era la peor, ella sola con su antiguo compañero en el baño de chicas.
- Eso no sonó bien.
- Cállate y háblame tu plan.
- Aaw, ahora hablas incoherencias, sigues siendo tierna aunque no te lo propongas - dijo el castaño picándole la mejilla a la rubia.
- Mo~ dímelo ya. Tengo sueño.
- Vale vale - dijo el mismo parándose frente a ella...
Paso 1: sonríe.
No importa lo que diga, tu solo regáladle la más hermosa de tus sonrisas.
- Pff, con solo verlo tengo ganas de llorar, ni siquiera me mira - dijo bajando la mirada - es como si fuera invisible o algo así, dime ¿estoy desapareciendo?
- Tranquila, ya lo solucioné - le sonrisa estaba plantada en su rostro picarón, pero sus ojos reflejaban la tristeza de tener que ayudar a Sora.
Era todo un masoquista al prestarse a esto.
Paso 2: un rico almuerzo.
No olvides que el corazón se gana desde el estómago.
Aoi soltó una risita mientras se sentaba en los lavabos.
- ¿Sabes que le gusta?
- N-no - dijo sonrojada, pues siempre habían comido lo que se les cruzaba por el camino y no había tenido la consideración de preguntar su comida favorita, su falta de confianza aumento en cuanto se refería al de pecas - p-pero, cuando salimos solos por primera vez, decidimos comer en un restaurante de comida rápida.
