All the Young Dudes: Bootleg Tapes

Sirius: San Valentín 1978

Lunes 13 de febrero de 1978

-Gracias por toda la ayuda-, dijo James, levantándose y estirándose. Habían estado inclinados sobre los libros de hechizos durante horas, y si Potter no hacía algún tipo de ejercicio al menos dos veces al día, entonces el mundo tal como lo conocía llegaría a su fin. Probablemente.

-Bueno,- respondió Sirius, -No estaría bien que Evans se sintiera decepcionada, y sé que no podrías haberlo hecho sin mí. -

-Eres un amigo tan modesto y generoso-.

-Se llama buena crianza, Potter, búscalo-.

James resopló de risa, todavía estirándose. Él gimió, -¿Campo de Quidditch?-

-Sí, continúa. Sin embargo, necesito estar de vuelta a las cinco -.

-¿Moony?-

-Sí.- Sirius apretó los labios ante esto. Algo dentro de él todavía se estremeció cuando James mencionó a Remus en ese contexto. Obviamente, era genial que James lo supiera. Obviamente. Pero también fue extraño y aterrador. La peor parte era que sabía que James también se sentía incómodo, y por eso seguía sacando el tema. El idiota estaba tratando de ser un buen amigo.

-¿Van a eh... ustedes dos van a hacer algo para el Día de San Valentín?- Preguntó James.

Parecía incómodo. Quizás porque se le acababa de ocurrir preguntar, después de que Sirius había pasado tres horas ayudándolo a perfeccionar el encanto de fuegos artificiales florales para Lily.

-No-. Sirius negó con la cabeza. -Odia ese tipo de cosas-.

-¿El?-

-Si. ¿Recuerdas la Gran Carrera de Snogging? Remus Lupin y el romance no van de la mano -.

-Simplemente asumí que su aversión a besuquearse era porque él es... um ...-

-¿Queer?-

-Mm. ¿Es esa la palabra correcta?

Sirius se encogió de hombros y se dirigieron al campo de quidditch en un cómodo silencio.

La verdad era que Sirius no tenía idea de si era la palabra correcta o no, pero era la que usaba Moony, así que supuso que estaba bien. Sirius ya había decidido no pensar demasiado en palabras o definiciones específicas, porque no le gustaba cómo se sentía.

Probablemente por la misma razón que se apagaba cada vez que James intentaba hablar con él sobre su relación con Remus. Sirius recordaba claramente haberle contado a James todos los malditos detalles sobre sus diversos coqueteos con las chicas: qué fue, dónde, por cuánto tiempo, qué tan duro, qué rápido, qué tan bueno, qué grande, qué pequeño. No con Moony. De hecho, hasta donde James sabía, apenas se besaban. Sirius sintió una oleada de calor en su vientre entonces, pensando en besar a Remus.

De todos modos, ¿Qué iban a hacer en el Día de San Valentín? No es que pudieran hacer una gran exhibición pública, como solía hacer James. ¿Y cartas? ¿¿Poesía?? De ninguna manera, Remus se reiría en su cara o moriría de vergüenza.

En secreto, Sirius pensó que Remus era demasiado genial para las cosas del Día de San Valentín. Remus no era flores ni baladas; robar cigarrillos y jeans rotos, era punk .

...aunque, para ser justos, a el le gustaba el chocolate...

-Despierta, despierta, Black-. James le dio un golpe en la nuca con el palo de su escoba.

-¡Oye!- Sirius se frotó el cuero cabelludo, aunque en realidad no le había dolido. Se recogió el pelo rápidamente y siguió a su amigo al campo.