𝕰𝖑 𝖑𝖆𝖟𝖔 𝖉𝖊 𝖑𝖆 𝖌𝖚𝖊𝖗𝖗𝖆

La hija preferida de Zeus.

Atenea, la hija obediente y la persona que seria sucesora al trono de Zeus, estaba ahí parada esperando órdenes de su padre.

-Que bueno verte de nuevo, hija.

-Lo mismo digo padre, para que me cito?

-Veo que estas con apuros, pues bien, los enfrentamientos con Ares aun no acaban, mañana es su lucha final.

-Bien, gracias, me reti...

Ni bien termino de hablar, la voz de Hefesto se hizo sonar en el templo, el estaba completamente furioso y dirigió la palabra hacia su rey.

-Zeus y Atenea, eh venido aquí a comunicarles de la traición de mi esposa Afrodita, si quieren comprobarlo esta en mi templo ahora.

- Bien vallamos.

Aprobó Zeus hablado por el y su hija más, a esta solo le quedó seguirlo y toparse con aquella asquerosa escena, ahí estaba su medio hermano y afrodita, eran cubiertos por algunas lijeras sábanas y ensima de ellos una enorme red fina de oro, hecha por el
mismo Hefesto.

Se podía escuchar los abucheos de algunos dioses quienes murmuraban entre sí, Afrodita soltó en llanto después de varios minutos, y claro, estaba pasando su mayor vergüenza junto con el dios concebido por Zeus y Hera... quien miraba la escena con los ojos hecho fuego.

-Muy mala imagen para la familia olímpica.

Murmuró uno de los dioses...

Artemisa se acercó a Atenea.

-Gran escándalo, no?

-Si, sin duda, pero yo ya me tengo que ir, mañana peleare con Ares y tengo que derrotarlo, adiós Artemisa cuidate.

-Adios Ate.

La Diosa se fue con pasos seguros, moviendo sus caderas, dejando a los demás dioses estupefactos , puesto que al hacerlo Atenea, ellos también lo harían, tenían respeto hacia la futura sucesora.

Ares quién veía a Atenea alejarse, sólo gruñó.

Al llegar a Atenas, Atenea se dedico a entrenar sólo  lo suficiente.

Al día siguiente en el Olimpo.

Ares y Afrodita ya habían sido liberados, Ares juro nunca más ver a Afrodita, lo cumpliría?, el dios nunca cumple su palabra, así que probablemente no lo haría esta vez.

Se alejo y se adentro en su templo donde cogio su armadura y armas, ya que dentro de 30 minutos comenzaría la dichosa pelea, entre el y su media hermana; odio, era lo que sentían uno del otro.

Pero estarán preparados para lo que en el destino les espera?