Capitulo 11

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Hinata: hoy es viernes, ¿no?

Tsukishima asintió mientras terminaba de atar sus zapatos, para luego mirar a Hinata y comenzar a caminar

Tsukishima: ¿seguro que quieres hacer esto? Si necesitas más tiempo yo-
Hinata: no, podemos hacerlo, no te preocupes

Tsukishima suspiró confiando en las palabras del pelirrojo, quien sonreía terminándole de convencer

Tsukishima: bien entonces
Hinata: ¿enserio tú madre no estará?
Tsukishima: no, me asegure de eso varias veces
Hinata: ¿si te había dicho que ya lo había hecho con Kageyama?
Tsukishima: si, y te dije que estaba bien con eso
Hinata: entonces creo que estaremos bien

Esta vez no tenía que llevar su bicicleta, la había dejado a salvo, le incomodaría caminar de la mano con Tsukishima a la vez que llevaba la bicicleta, y le había dicho a su madre que probablemente regresaría el domingo

La sugerencia de acostarse (en la primera vez de Hinata) había sido por parte de Kageyama, esta vez, Hinata se lo sugirió a Tsukishima, sentía que podía entregarse a él, y quería pertenecerle enserio al rubio, se sentía a salvo con el, sentía calma al hablar con este, así que pensaba que no estaba mal llegar hasta el final

Tsukishima había pensado que estaba bien, si Hinata se sentía listo para hacerlo de nuevo con una persona que no fuese Kageyama, entonces pensaba que estaba bien, y le hacía sentir como si Hinata le aceptase en todos los sentidos, y el también aceptando a Hinata en su totalidad

Tsukishima: llegamos

Abrió la puerta, y antes de entrar Hinata dio un suspiro, para luego adentrarse, el rubio tras de él, Hinata, aún con sus nervios, seguía sintiéndose seguro al tener a Tsukishima a su lado

Hinata: vamos a tu habitación
Tsukishima: ¿seguro puedes hacer esto?
Hinata: estoy seguro

Le tomó de la mano, con cuidado y de forma suave

Hinata: si es contigo entonces estoy seguro
Tsukishima: no lo haré como lo hacía Kageyama
Hinata: no me gustas porque quiero que seas Kageyama, me gusta porque eres Tsukishima Kei, así que...no te preocupes por ser tu, Kei

Sonrió al más alto, quien suspiró estando seguro de que podía hacerlo, levantando a Hinata entre sus brazos y cargándolo hasta su habitación, dejándolo sobre la cama de forma suave, mirando a los ojos de Hinata y sonriendo al ver la completa concentración de estos sobre el

Hinata: hey...antes de hacer esto...te amo

Tsukishima besó de forma dulce los labios de Hinata, deteniéndose sobre ellos mientras le observaba

Tsukishima: no lo repetiré hoy así que escúchalo bien, te amo igual y aún más

Susurró sobre sus labios y volvió a besarle, tomando las caderas de Hinata y comenzando a frotarse sobre estas

Después de frotes por un tiempo, habían llegado a quedar desnudos y solos en la habitación, besando sus cuerpos, sintiendo el calor del otro, porque habían se habían encontrado, porque uno de ellos había tenido una pérdida y el otro no encontraba amar con pasión, porque había sido difícil para ambos, y saborear al contrario se sentía como encontrar la paz misma

Hinata pasaba sus brazos sobre la espalda blanca y amplia de Tsukishima, aferrándose a este, sintiéndole entrar en el

Hinata: gh-gAh!
Tsukishima: ¿duele?
Hinata: e-esta bien, ah~ es normal si duele

Sonrió con su cuerpo tembloroso, y el rubio le besó el cuello, terminando de entrar en el cuerpo contrario, estremeciendo a Hinata

Hinata: ah- AH~ mgh~

Al cierto tiempo de Tsukishima estar moviéndose y embistiendo a Hinata, ambos habían comenzado a sentirse bien, más de lo que ya se estaban sintiendo al empezar, los gemidos de Hinata sonaban bien para Tsukishima, le hacían saber que estaba bien seguir haciéndolo, besándose casualmente, y Tsukishima tocando el rostro de Hinata con cuidado, como si así sintiese que lo que estaba pasando era real

Para Hinata, ya había experimentado anteriormente, y no era solo por el tiempo de haber pasado sin hacerlo, era porque a la persona que se aferraba, la persona por la cual gemía, era la persona de la que se había enamorado, miraba hasta cierto punto la concentración en los ojos de Tsukishima, concentrado en "hacerlo bien" y no lastimarle, y poderle besar y tomar las manos, correspondiendo a casa tacto ajeno sobre cuerpo

La velocidad subía conjunto a sus respiraciones agitadas, haciendo ruido, un ruido satisfactorio para ambos, el movimiento de sus caderas, el punto dulce de Hinata siendo tocado y embestido seguidas veces, ambos pensaban que cada acción en ese momento estaba sintiéndose totalmente placentera, haciéndolos llegar al climax, donde ahora todo se humedecía, y se miraban al uno al otro, sintiéndose

Ahora, no había mucho ruido, en el intento de silencio solo se escuchaban sus respiraciones agitadas bajando en intensidad, intentando relajarse para decir algo, así, Tsukishima salió de Hinata y se acostó al lado de él

Tsukishima: ¿estuve bien?
Hinata: fue genial, ¿que tal yo?
Tsukishima: si...supongo que...estuvo algo genial también

Hinata rió ligeramente entre su cansancio, viendo como aún como su pareja, a Tsukishima le costaba algo aceptar lo bien que se pudo haber sentido, acostándose de medio lado y abrazando a Tsukishima

Hinata: que bien~

Tsukishima sintió aún el calor del cuerpo de Hinata, abrazándole de vuelta y acariciando el cabello de este, su suavidad y el olor de su shampoo, para sonreír

Así se quedaron en silencio un tiempo, sus respiraciones en ese lapso terminaron de calmarse, y estaban cómodos en la cama

Tsukishima: hey, Shouyou
Hinata: ¿qué sucede?

Tsukishima rompió el silencio y tomó aire, porque sabía que necesitaba decir lo que quería decir, aunque se lo estuviese pensando un tiempo, quizás este no era el momento para decirlo, pero nunca lo sabría si no lo hacía

Tsukishima: me salvaste

Hinata sonrió, mientras sus ojos se cristalizaban

Hinata: idiota

Rió entre algo de llanto, aunque su voz se quebrase, y miró a Tsukishima quien también tenía sus ojos cristalinos

Hinata: tu también me salvaste a mi

Miraron los ojos lloros del otro por unos segundos, y luego uno tomó el rostro del otro, secando las lágrimas ajenas

Tsukishima: secare tus lagrimas las veces necesarias

Hinata asintió con la cabeza

Hinata: y yo las tuyas

Sonrió, ambos no se sintieron en calidez solo físicamente, si no, se sentía cálido escuchar esas palabras, y ambos después de dar ciertos parpadeos tomaron aire —voy a salvarte las veces en que necesites hasta la mínima ayuda— se dijeron el uno al otro, sonriéndose mientras terminaban de limpiar sus lágrimas.

~Fin~

Cambio de Temperatura - Kagehina/TsukihinaWhere stories live. Discover now