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Simplemente esperaba finalmente encontrar la tranquilidad que tanto deseaba, esperaba por fin poder perder el miedo que dentro de él vivía como un parásito, solo esperaba volver a ser feliz, realmente esperaba todo, pero al parecer no encontraría nada de eso, al parecer la luz al final del camino no existía y sólo seguía una oscuridad que acabaría por consumirlo...
Aunque alguien podría salvarlo de caer en las garras del miedo y la locura.
Sólo queda esperar el final, para saber si la luz o la oscuridad ganarán. Suena interesante ¿no?

—Tranquilo Gus, que yo te voy a cuidar

—No quiero que te pasé nada si pasara yo... —iba a continuar cosa que no logro hacer ya que las lágrimas rápidamente comenzaron a bajar por su pálido rostro,temblaba como nunca lo había hecho—

—Ya te lo dije, tranquilo que no me va a pasar absolutamente nada y chiquitin no dejaré que te pase nada

Greco simplemente se le acercó más y comenzó a abrazarlo de nuevo, claramente sin apretarle, sólo lo abrazaba como si fuese lo mejor del mundo, amaba tenerlo entre sus brazos, aunque sólo esperaba que fuera en otra situación una más tranquila realmente.
Gustabo solo seguía temblando por el miedo tan intenso que en aquel punto tenía. Aunque aquellos brazos le hacían sentir un tanto más tranquilo. Lo único no lograba por más que intentará era sacarse esos ojos de la cabeza, esos ojos que eran la locura misma y que lentamente lo llevarían a perder todo...

—Resulta interesante —decía en voz baja, sus brazos descansaban sobre la larga mesa y aquellos ojos observaban con atención la pantalla que mostraba la tierna imagen de aquellos dos hombres dándose un abrazo—

Sin más el sujeto se levantó, observó el cuerpo del guardia que descansaba sobre su propio charco de sangre, una sonrisa se pinto en su rostro ante ello, oh como había disfrutado eso. Estaba totalmente seguro de que haría lo que fuera por tenerlo aunque fuera por última vez. Todo por el sencillo hecho de que si no era suyo, claro que no podría ser de nadie más. Después de haber estudiado por un buen y largo tiempo el movimiento en la cárcel, sabía que dentro de una hora alguien daría con el cuerpo porque era el cambio de turno, así que tenía tiempo de irse del lugar e ir más cerca.

Cuando vio a Gustabo supo que era todo lo que estaba buscando, le pareció sumamente interesante y hermoso, porque la belleza de aquel chico le resultaba de otro mundo, aunque supo que él nunca le haría caso y tampoco es que realmente estuviera cuerdo,  es por ello llevo acabo aquel terrible plan, el miedo podía ayudarlo y mucho. Aunque dio con un severo problema, ese hombre de barba larga, él había sido el problema desde un inicio, tenía tantas ganas de terminar con su miserable y triste vida, pero no lo hacía por él simple  hecho de que hacía feliz a su Gustabo aunque aborreciera aquello.
Se fue directamente a otro lugar donde podría esconderse y donde quedaría más cerca para atacar de frente finalmente, porque aquel chico rubio se había convertido en lo que quería y pogo tiene todo lo que quiere no importa el costo, nada importa y tampoco nadie importa.

El chico rubio seguía entre los fuertes brazos del oficial él cual sólo acariciaba la pequeña espalda del chico el cual estaba completamente seguro de que todo acabaría terriblemente mal y no le importaba lo que al le sucedería. Temía por Greco, su mayor miedo era perderle, porque a pesar de todo este siempre lo había ayudado sin importar nada, sin importarle lo que había hecho... Aún se arrepentía de aquello y lo haría toda su vida pero hacerlo al final del día no arrojaría un resultado diferente.
Aún no acababa de comprender lo de su padre todo era sumamente extraño y estaba bastante enojado con él por el simple y sencillo hecho de que los había abandonado, lo odiaba porque su madre había sufrido mucho por su pérdida, ya que aquella mujer apenas y podía mantenerse, para luego mantener a un niño pequeño.

—¿Quieres ya irte? —preguntó el de barba mientras dejaba de abrazarlo para comenzar a observarlo con atención—

—No...

—Y ¿porque?, anda vámonos de aquí y podrás empezar a de nuevo con tu vida

—No importa a dónde vaya, estoy seguro de que el me va a encontrar... Ya me lo había dicho

—Y por eso yo estaré en tu vida, ya te lo dije pero veo que tendré que repetirlo de nuevo —dijo para tomar el mentón de Gustabo, haciendo que lo mirara a los ojos.— Mientras yo viva no dejaré que te toque un pelo... Te quiero de verdad por ello te protegeré sin importar como pueda terminar

——

Y así los meses pasaron volando después de aquel “accidente”. Gustabo aún no se encontraba completamente bien, aún tenía miedo de estar en cualquier lado y es por ello que había estado visitando al psicólogo cada 2 días, sabía que volver a la normalidad sería completamente imposible, pero al menos quería estar tranquilo dentro de su propio hogar.
Después de que su padre lo sacara de la cárcel lo pudo conocer, aunque realmente ya lo hacía porque quien lo había mandado a dicho lugar había sido él. Sus sentimientos eran confusos porque había rabia y tristeza, ante ello no mantenía una muy buena relación.
En aquella casa no vivía sólo, había comenzado a vivir con Greco el cual no dudo en lo absoluto, realmente aquel hombre poco a poco se había enamorado de Gustabo, le gustaba todo de aquel chico.

Era una tranquila tarde, el rubio descansaba sobré el sofá en espera de Greco que aún no acababa su turno. Al estar tan aburrido simplemente optó por prender el televisor y estaba el canal de las noticias.

—Se ha reportado el avistamiento del famoso asesino en serie. La policía sigue en su búsqueda así que tenga mucho cuidado. Le dejamos en pantalla una foto para que puedan reconocerlo....

Dejo de escuchar todo cuando vio la foto, sintió que dejaba de respirar y su pulso iba demasiado rápido, no dejaba de temblar del miedo porque sencillamente era el. Como pudo apagó el televisor y se dispuso a buscar su teléfono, hasta que finalmente recordó que estaba en su habitación, estando en el segundo piso de la casa, un miedo potente le invadía y por eso no se movía. Lo peor que le pudo haber pasado.

Escucho el sonido de la puerta y se tranquilizó pensando que sería Greco, pero de golpe a su mente vinieron aquellos ojos que detonaban locura, que demostraban que no le importaba nada...

Lo único que se escucho después de que la puerta se abría, un disparo y el llanto de una persona.

Y resulta un final interesante.

Hasta ahora la vine acabar. 🧍‍♀️
Disculpen por haber tardado tanto, pero tremendo bloqueo tenía y eso.

Posiblemente nos veamos en otra historia... 👁️

Interesante. GrestaboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora