Lugar "DESCONOCIDO", fecha "DESCONOCIDO", hora "DESCONOCIDO"; con el sol en lo mas alto del cielo una gran legión espera para cruzar un gran arco, ese día era de gloria para los soldados, la fama, riquezas y gloria los esperaban del otro lado, por lo que estaban muy impacientes por cruzar; -mi legatus, los legionarios están listos señor-; Legatus el comandante de una legión, que en este caso era Spurius Ligustinus un hombre de aproximadamente unos 38 años, de carácter fuerte, sin ninguna pisca de miedo, criado desde niño para ser un soldado, sus cicatrices cuentan las innumerables batallas que ha vivido; -muy bien, Tribuno Galius vuelva a su comparsa, y avise a los demás tribunos, es tiempo de marchar-; Tribuno subordinados del Legatus, en total eran 6, cinco escogidos y uno representando al cenado imperial, en este caso Galius Salustio era el hombre de confianza de el legado Spurius, de unos 31 años, criado también bajo el seno de una familia militar, y muy bueno en su trabajo; -legionarios, este día será conocida por los siglos como el día que cruzamos la puerta de Alnus y conquistamos lo que este del otro lado, en este día ustedes se convertirán en leyendas, demostrando que el imperio es el mas grande de todos, AHORA AVANCEN A LA GLORIA-; los legionarios con un gran grito de guerra marcharon hacia la puerta.
Ciudad de México, 18 de Agosto de 2020, 11:30 AM; la legión compuesta de unos 4000 legionarios y 300 jinetes de caballería, se aproximaban al otro lado de la puerta, el legatus Spurius se sorprendió al ver a todas las personas reunidas, pero se alegro de que fueran humanos como el, detrás de el su hombre de confianza, el tribuno Galius portaba la bandera de su imperio, seguido del sequito del cenador, y detrás salían los legionarios, el legado se paro enfrente y tomando la empuñadura de oro de su espada grito; -a todos ustedes ríndanse ante el imperio Salesiano, arrodíllense y les perdonare la vida-; las personas presentes comenzaron hablar en un idioma que el legado no entendía, y sacando su espada dijo; -ultima oportunidad ríndanse o morirán-; las personas seguian sin entender nada y comenzando a aglomerarse mas, mientras unos hombres vestidos de azul les gritaban y aunque no entendía, supuso que eran algún tipo de defensa de esa extraña ciudad; y al no obedecer su mandato apuntando su espada grito; "ATAQUEN"; acto seguido los legionarios comenzaron a atacar matando a todos los que estaban presentes los hombres de azul sacaron una extraña vara negra pequeña, y haciendo un ruido ensordecedor comenzaron a matar a varios legionarios, por lo que el legado ordeno matarlos y aunque murieron algunos legionarios, al final mataron a los hombres de azul, después de un tiempo los legionarios se abrieron paso por las calles matando a los hombres en cada esquina y secuestrando a las mujeres y niños, el legado junto a los tribunos, admiraban muy estupefactos los inmensos edificios que llegaban casi al cielo, las grandes calles echas de cemento muy perfectas, se preguntaba si este lugar podía ser peligroso, sus años de experiencia le decían que si estos humanos hacían estas grandes cosas, que tan poderosos serian sus ejércitos; -Galius dirígete al imperio, que manden mas legiones algo me dice que podemos estar en peligro, ve lo mas rápido que puedas-; mientras el legado ordenaba a su mas confiable hombre y amigo que fuera al imperio, el tribuno que era parte del cenado imperial pensaba si esclavizamos a este país los obligaríamos a construir edificios así de grandes para el imperio, pensando que habían encontrado a la gallina de los huevos de oro, pero las palabras del legado lo sacaron de sus pensamientos, y después de que el tribuno Galius se fuera le dijo al legado; -Spurius no crees que estas sobre actuando o acaso tienes miedo-; mientras lo veía con una sonrisa burlona; -te equivocas Lucius, solo me gusta ser precavido, prefiero tener apoyo que estar en desventaja-; Lucius Emilius Paulo el sexto tribuno que era miembro y representante del cenado, en la legión de invasión, era un hombre Narcisista, engreído y déspota, criado en cuna de oro por su padre que era un cenador muy reconocido, no le importaba nadie mas que el, mientras pueda sacar beneficios, no le interesa nada mas, en las puertas tanto de La paz, como de la ciudad de Panamá pasaba exactamente lo mismo, mientras una gran flota de naves se dirigían al puerto de manta compuesto por 400 barcos de guerra, parecía que iba hacer una gran victoria para el imperio pero las cosas comenzaron a dar un giro inesperado.
