LA MUERTE
Sus brazos rodean tu cintura,
Dueña del mundo y aún más,
Dueña de ti.
Sus labios susurran en tu oído
Palabras que nadie debería decir,
Sólo para ti.
Los sueños de un hombre crecen
Hasta tocar los cielos y ver el sol,
Y tras las curvas de una mujer y
El rojo de sus labios, se incendian y
Caen, ceniza al abismo y
Nada a la nada otra vez.
Y aquella mujer danza
A las lentas notas de aquella canción,
Y aquellos ojos y aquellas caderas
Matan y reviven,
Y vuelven a matar.
Sus dedos recorren tu piel,
Las estrellas dejan de brillar,
Y ya no hay mundo que valga
Ni palabras para gritar.
Y sangras, y mueres,
Ahogado,
Intoxicado,
Y sus brazos rodean de otro hombre la cintura,
Y sus labios susurran las mismas palabras
Como por primera vez,
Ahogando,
Intoxicando.
Y aquella mujer danza,
Y danza,
Y danza,
Y danza,
Y danzará por siempre.
Un día, danzará para mí.
* * *
Una representación de la Muerte (e inspirada en el vídeo de la canción "The girl in the yellow dress" de David Gilmour):
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Melodía desencadenada ⟩⟩⟩ Poemario
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