Fleeting Stories [Drarry/Harco]

Helado

—¡Herms! —su esposo gritó.

—¿Qué ocurre, Ron? —preguntó Hermione frunciendo el ceño— Estoy aquí, no hace falta gritar.

—Es que, es que -—tartamudeó señalando su cono de helado— ¡Venden de crema con galletas! —sonrió.

Hermione viró los ojos y sonrió. Su esposo podía comportarse como un niño a veces.

Hace tan solo unos días habían vuelto a Inglaterra luego del viaje por trabajo de Hermione. Les habían encantado América y habían decidido instalarse allí, sin embargo antes querían visitar a sus amigos y darles la noticia.

—Ese sabor lo venden en todos lados. Ya lo habías probado en América hace unos meses.

—Si, pero esto es Hogsmeade. Mi infancia mezclada con el mejor sabor del mundo —pegó unos saltitos sonriendo. La castaña rió y se acercó a darle un beso.

Pero antes de poder juntar sus labios un leve peso se apoderó de las piernas del pelirrojo. Al bajar la vista se encontró con un infante de pelo rubio y ojos verdes que se escondía detrás suyo riendo.

—¡Ay por Merlin! —una voz gritó a sus espaldas— ¡Va a matarme! ¡Scorpius! ¡Vuelve, por favor!

Ron giró buscando al propietario de la voz.

—¿Harry?

Ambos miraron hacía todos lados buscando a su amigo, hasta que a lo lejos divisaron una despeinada cabeza de cabello negro y lentes, que giraba desesperadamente de un lado a otro.

—¡Scorpius! ¡Vuelve o no habrá helado!

—¡Harry! —llamó Ron sonriendo y levantando la mano para llamar su atención.

—¿Ron? —el moreno volteo en su dirección aún luciendo preocupado. Su vista bajó hasta posarse en el niño detrás suyo— ¡Scorpius! —gritó y corrió hacia él.

El niño gritó e intento escapar pero Harry fué más rápido y lo tomó entre sus brazos.

—¡Gracias a Merlín! Me preocupaste mucho ¡No vuelvas a hacer eso! ¿Entiendes?

—¿Hijo tuyo? —preguntó Hermione mirando al niño, quien la miró con desconfianza antes de sonreírle, aparentemente luego de haber decidido que podía confiar en ella.

—Si, es terriblemente curioso—negó sonriendo— Es la primera vez que venimos y apenas me descuidé salió corriendo —suspiro y se agachó a la altura de su hijo—tu padre nunca se enterara de esto ¿Trato? —Scorpius rió y asintió, luego tomó la mano de su padre y se situó a su lado para seguir mirando el pueblo con emoción.

Hermione y Ron se miraron sorprendidos. Solo se habían ido un año ¿Cuanto había cambiado en ese corto lapso de tiempo?

—¿Su padre? Pero, ¿No eres tú su padre? —Ron preguntó extrañado.

—Su otro padre, mi esposo— Harry se levantó y sonrió a sus amigos quienes se veían aún estupefactos, antes de recuperararse y devolverle la sonrisa— No sabía que habían vuelto ya.

—Si, llegamos hace unos dias, hemos estado recorriendo un poco para recordar viej- —Hermione paro su charla cuando se vió interrumpida por un grito.

—¡Potter!

—¡Papi! —gritó Scorpius feliz.

—Mierda, hoy duermo en el jardín —susurró— bien, si corremos lo perdemos —tomó a su hijo en brazos y se alejó de ellos mientras se despedía— chicos a sido un gusto verlos, mañana les mando una lechuza para que nos juntemos y nos pongamos al día, pero ahora tengo que irme —y dicho esto salió corriendo.

—¡Vuelve cobarde! —un rubio histérico apareció atrás suyo— ¿Cómo te atreves a perder a mi hijo? ¡Nunca más lo dejo a tu cuidado!

—¡Pero lo tengo, amor! ¡Lo encontré! —gritó el moreno corriendo mientras buscaba desesperadamente su varita.

—¿Lo encontraste? ¡¿Lo encontraste?! —gritó Draco Malfoy corriendo detrás del moreno— ¡Deja que te encuentre yo y vamos a ver como te va!

—¡No, Draco! ¡Tengo una buena explicación! —fue lo último que escucharon antes de que el rubio los alcanzara y se desaparecieran los tres.

Ron miró a sus esposa.

—Creo que necesito más helado.