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- ¿Tienes un tres? - pregunto Yagi mirando al pelirrojo.

- Sabes que si, tu mueves mis cartas - respondió frustrado Endeavor.

- Eres malo en este juego - se burlo el rubio.

- No soy malo, solo que no puedo mover mis brazos... Y TE DIJE QUE NO QUERIA JUGAR - grito el hombre enojado.

- No grites - lo regaña Toshinori.

- Tu pones en juego mi paciencia... ¿por qué sigues aquí? - pregunto seriamente Todoroki.

- Por qué debo cuidarte - aclaro Yagi mezclando las cartas.

- ¿Cuánto te pagan? - pregunto el pelirrojo.

- ¿Disculpa? - pregunto el rubio.

- Eso ¿Cuanto te pagan? Puedo darte el doble para que te larges - ofreció el héroe.

- No me pagan... hago esto por ayudar a las personas, no quiero algo a cambio de mi ayuda - aclaro el rubio repartiendo las cartas - ¿Por qué crees que oculte mi identidad todos estos años? - pregunto el ex símbolo de paz.

- Eso es estupido - dijo el hombre de fuego - Todos hacen algo por algo... es como una ley - dijo mirando como el rubio repartía las cartas.

- Vamos... ¿Jamás hiciste algo sin esperar algo a cambio? - pregunto Yagi dejando las cartas restantes de lado.

- Claro que sí... - dijo el pelirrojo.

- ¿Que cosa? -pregunto el contrario mirando sus cartas.

- No te daré información sobre mi vida... - ataco el pelirrojo.

- Bien... ¿Tienes una cinco? - pregunto nuevamente el rubio.

- Eres tan insoportable... no has cambiado desde la escuela - dijo Endeavor.

- ¿Sabias de mi en la escuela? - pregunto el rubio.

- Todos sabían de ti... eras un problema andante - aclaro Toshinori.

- Yo te admiraba en la escuela - confesó el rubio sonriendo.

- ¿Que? ¿Tu a mi? Pero si ibas un curso más que yo - pregunto el pelirrojo.

- Lo sé, pero te vi luchar en una práctica y quede fascinado con tu fuerza... eras tan genial... - dijo lanzando una carta.

- Tu no eras tan malo - dijo el pelirrojo.

- ¿Acabas de alagarme? - pregunto el rubio.

- No, no lo hice - respondió mirándolo seriamente.

- Si lo hiciste... tu eras muy genial - lo halago el rubio.

- Como digas... no quiero jugar esta estupidez - repitió el hombre.

- Bien... ¿Quieres algo de la cafetería? - pregunto el rubio.

- Quiero café... pero no me dejan tomarlo - aclaro frunciendo el seño.

- Tal vez pueda hacer algo... tu espera aquí... y no te muevas - dijo sonriendo saliendo de la habitación.

- Muy gracioso, idiota - respondió el otro, no muy seguro de que el otro lo allá escuchando.

Yagi se dirigía hacia la cafetería, para pedir dos cafés, sin notar que un joven de cabello blanco iba hacia la habitación de Endeavor.

Mientras que Enji miraba la ventana con tranquilidad, solo debía esperar a que el idiota rubio vuelva, al escuchar la puerta no volteó a Ver quien era, solo hablo en voz alta.

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