𝄢 𝐌𝐔𝐑𝐃𝐄𝐑𝐎𝐔𝐒 𝐈𝐍𝐒𝐓𝐈𝐍𝐂𝐓 ↷
⦙ 殺人本能 ⦙
▰▰▰ Porque no importaba lo que hiciera, sus instintos siempre la dominarían, por más crueles que sean... Y en un mundo donde su vida peligraba, Adalia no tenía más opción que sucumbir ante ellos.
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🥀 ༺ «MURDEROUS INSTINCT» ⋄ ๋࣭ 🗡⭑ ⸱⌇ ▰▰▰ please, don't let me forget who i am ❧
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❗‧₊˚⋆≽ capítulo tres ⳻ ❪▲▼▲▼❫ ☇ . . . . - ̗̀ sin humanidad ⊰ 🎭
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El ambiente fuera de la panadería era bullicioso y acaudalado, con las personas realizando su rutina diaria de las mañanas para iniciar el día; sin embargo, dentro del lugar, la calma y tranquilidad opacaban cualquier distracción del exterior que pudiera perturbar aquella escena donde la paz y calidez convivían armónicamente en el cuerpo de Adalia. Los ojos de la Blut brillaban, y no con su intimidante presencia habitual, pues la gentileza se desbordaba de sus orbes al ser testigo de cómo Roth se dedicaba a atender a un muy contento y agradecido Armin buscando los más grandes panes para los que quedaba de los Arlert. Adalia estaba conmovida y no podía apartar la mirada de la bella dinámica que ambos varones escenificaban; aquello no le sorprendía y tampoco podía culparlo, pues era evidente la debilidad que tanto ella como sus hermanos tenían por el chico de hermosos ojos azules. No sabría identificar quién de los tres fue el primero en caer por él, tal vez Leyna, quien fue la que lo llevó a casa pensando que se trataba de un niño perdido cuando solo estaba paseando por el pueblo en uno de los días de temporada de lluvia.
De solo recordarlo, le daban ganas de regresar a aquella época.
La bajada de una alarmada Leyna a la panadería se dio algunas horas después de que Armin terminara sus compras y Adalia lo acompañara a casa para saludar al señor Arlert y, seguidamente, volviera a la panadería y ponerse al día con Roth; aquello probablemente fue pasado el mediodía, cosa que no era sorpresa para nada, pues la menor de los Blut siempre fue bastante perezosa y de difícil despertar.