III. The girl

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☞︎ parte uno: CAPÍTULO TRES ☜︎
the girl

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¿UNA NIÑA? DEBÍA SER UNA PUTA BROMA. Para De Santa, no solo era una broma de muy mal gusto, sino una burla a su carrera como delincuente, cuidaría posiblemente de la mocosa más malcriada y mimada de todo Italia, o eso era lo que creía, pero la experiencia lo hacían confirmar por sí solo, que así sería la joven heredera.
—Ese no fue el maldito trato. — Pensaba una y otra vez, mientras veía como la joven rubia hacia gesto de desagrado al verlo. Además de ello, no entendía cómo lograría explicarle a su familia la situación en la que se había metido; su mente le presentaba el más perfecto escenario donde él y la odiosa chica llegarían a su mansión, llamaría a su esposa y a sus malagradecidos hijos para darles la noticia —¡Hey, ya llegué familia! me fue genial, por cierto, ella es la hija del mafioso más peligroso de toda Italia y ahora vivirá con nosotros, si es que no nos matan a todos primero. — Que tontería, estaba seguro de que Amanda desearía matarlo en cuanto lo volviera a ver. No le quedó más que suspirar y pensar que morir en manos de su esposa, era mejor que morir en manos de mafiosos.

Enzo carraspeó y habló, la chica ya estaba junto a él.

—Como podrá notar, señor Townley, ella es el "paquete" — El italiano río levemente provocando que "la Niña", rodara los ojos y negara avergonzada con la cabeza —Es mi única hija, Taylor.

Michael observó con atención a la jovencita parada frente a él con la cara llena de disgusto e irritación. Llevaba puesto unos tacones no demasiado altos, un vestido negro y encima una chaqueta roja, vaya que parecía ser de las que lloran cuando se les rompe una uña, patético. ¿Sería cómo cuidar a Tracey o tal vez peor? Michael la seguía observando inmerso en sus pensamientos.

—Entonces crees que no se cuidarme sola y por eso... ¿contrataste a un anciano? Agh, esto es tan patético. —La chiquilla susurró lo último desviando la mirada hacia Michael, quien sólo tomó entre sus dedos el tabique de su nariz al escuchar aquello, deseando que nada fuera real.

—Mira Linda, si esos sujetos te cortan la cabeza no podrías continuar con este imperio, más te vale cooperar. —Amenazo Giovanni. —Ahora, Michael. —Su mirada otra vez estaba sobre De Santa —Lo siguiente que harás será llevarla contigo a un lugar seguro e ir con ella a todos lados, leíste las regla ¿no?, así que no será difícil saber que hacer y que no hacer. Ahora, largo ambos de aquí, confío en que la cuidarás con tu propia vida, ¿no es así? — Giovanni acarició la empuñadora de la pistola que llevaba de manera discreta bajo la ropa, dándole a entender lo que sucedería si no lo hacía.

—Lo haré. —Su voz fue firme. Tronó su cuello moviéndolo a ambos lados, preparándose para lo que debía hacer. -Hora de irnos, Princesa. -  Dio una leve palmada al hombro de Taylor para indicarle que lo siguiera.

 𝐎𝐕𝐄𝐑 𝐏𝐑𝐎𝐓𝐄𝐂𝐓𝐄𝐃 ✞ 𝑴𝒊𝒄𝒉𝒂𝒆𝒍 𝑫𝒆 𝑺𝒂𝒏𝒕𝒂 Where stories live. Discover now