𝐕𝐈𝐂𝐓𝐎𝐑𝐘 ━ levi ackerman.

O3 ━ la gente de Colette.

tres;
LA GENTE DE COLETTE.

EL SILENCIO VOLVIÓ A LA SALA CON RAPIDEZ APENAS ERWIN TERMINÓ DE DAR EL TRATO POR HECHO. Sabían que confiar en alguien de la legión no era la decisión más fácil ni inteligente que podían tomar personas como ellos, sin embargo, era algo tonto el no hacerlo cuando el hombre pudo haber hecho su escama o plan b para atraparlos horas antes. Lo que Erwin decía era cierto. Su trato había sido honesto, o al menos la mayor parte. Evan, Einar y Colette estaban esperando tener un momento a solas para poder hacerse las miles de preguntas que tenían en su mente. No iban a cuestionar las decisiones que tomaron ni mucho menos ponerse a discutir sobre las cosas ocultas que no sabían de la fémina en ese momento, así como tampoco iban a discutir la decisión que había tomado Einar por ellos. No eran niños ni mucho menos idiotas, no podían ponerse vulnerables ante alguien que estaba tratando de leerlos para descubrir sus debilidades, no cuando estaban siendo reclutados y con la posibilidad de salir de ahí. No cuando habían personas a su alrededor que podían aprovechar cualquier dato que saliese de ellos. Además, se consideraban maduros y mejores que eso. Podían discutir acerca de todo más tarde y solos. Sabían que debían hacerlo pronto para poder entender más lo que pasaba por la mente de cada uno y planear algo por si las cosas salían mal. Necesitaban tiempo. No obstante, cuando Erwin les dijo que los esperaría afuera para que tengan privacidad y tiempo de alistarse; sabían que algo andaba raro. ¿Quien en su sano juicio dejaría a sus criminales reclutados sin alguien que los vea?. Pero eso no lo era lo peor para ellos. Lo peor era que el hombre estaba saliendo solo de la casa. Si, el trío se di cuenta de eso cuando apenas cerró la puerta y se miraron entre sí, recordando a su grupo. Dejaron las dudas y la conversación que estaban apunto de tener antes de salir con rapidez de su vivienda, voltear para salir del callejón y detener a el hombre. No fue necesario. Todos se dieron cuenta de aquello cuando salieron del callejón y vieron las vacías calles. Vacías solo de los ciudadanos normales del subterráneo porque lo que si estaba lleno era de soldados usando las conocidas capas de la legión. Pero eso no era lo peor, lo peor era que el grupo con el que Colette se había reunido antes, y le había dado indicaciones de que hacer, se encontraban aroddillados frente a ellos, retenidos. Seis personas de la legión contra quince del subterráneo. Eran buenos, la rubia debía admitirlo.